martes, 2 de septiembre de 2008

EL ENFOQUE ORGANIZACIONAL E INSTITUCIONAL, PIEDRA DE TRANCA O PUNTO DE ARRANQUE PARA LA TRANSICIÓN AL SOCIALISMO


Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE 2008), para efectos organizacionales, enfoque se define como…”Dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar de resolverlo acertadamente”. Cada uno de los modelos político-económico-culturales e ideológicos que venidos reflexionando: Socialismo y Capitalismo, tienen en lo relacionado a la dinámica de cambio organizacional e institucional una sazón diferente, es decir, aún cuando comparta ésta categoría en la praxis política, ideológica, de cultura organizacional-institucional y procedimental, son taxativa y substancialmente diferentes.
En la lógica y proceder del modelo organizacional capitalista-neoliberal, en cuanto al enfoque, éste está regido por las exigencias y demandas del mercado, por el afán del “ganar-ganar” y sacar el mayor provecho de los medios y bienes de producción. Ello se trasluce, se hace vida y busca perpetuarse en las organizaciones e instituciones capitalistas a través de sus dirigentes por medio de la “autocracia
[1] de élites”. Este modelo de gerencia y gestión es doblemente virulento, es decir, dañino. Ya al poner el acento en la voluntad o caprichos de uno o unos pocos como la suprema ley echa por tierra toda posibilidad de incidencia o inherencia de otros actores en la toma de decisiones como también al ser una “élite[2]” selecta, discrimina peyorativamente cualquier posibilidad de ascenso organizacional e institucional en detrimento de los objetivos o fines sociales y políticos de la institución u organización. No me refiero únicamente a las organizaciones per se capitalistas: bancos de capital privado, trasnacionales, etc., sino también a muchas instituciones del Estado Venezolano que lamentablemente siguen flirteando con este modelo sin dar pasos concretos al modelo socialista que nos exige la Revolución Bolivariana. Muchas veces se prefiere mantenerse con “lo malo conocido que con lo bueno por conocer”, yendo ello en detrimento de las Políticas de Estado, de los Lineamientos de nuestro Presidente-Comandante al ser ellas, las instituciones la mediación social para que se concreten dichas políticas.
Es propio del enfoque de este modelo o paradigma virulento, como es el capitalismo neoliberal, la planificación por objetivos, los cuales responden a la visión parcializada y sesgada de esta élite autocrática que “dirige la orquesta” desde “el otro lado del escritorio” sin conocimiento de causa de la realidad, visión que no va más allá de los indicadores económicos o estadísticas reales o remozadas que son remitidas por las bases de la gran pirámide de la gerencia y gestión organizacional capitalista y neoliberal. Los objetivos los define el mercado, los medios y recursos (entre ellos los humanos) se supeditan a ellos haciendo vida la máxima maquiavélica: “el fin justifica los medios” (Nicolás Maquiavelo, s. XVI) No importan las personas, el carácter cualitativo o humanista integral de los logros alcanzados, el bienestar generado, el logro experiencial y de facto en los Índices de Desarrollo Humano, etc., sino las estadísticas y proyecciones a través de los objetivos trazados. Lo importante es llegar a la meta… sin importar cómo! Y lo dijimos…“el fin justifica los medios”.
El nuevo modelo organizacional e institucional que queremos arraigar en nuestros entes gubernamentales, que deseamos hunda sus raíces, se enfoque en el Socialismo Bolivariano y que sobre el que denodadamente estamos trabajando muchos Revolucionarios y Revolucionarias; debe deslindarse enérgicamente del modelo arriba mencionado. Este nuevo modelo organizacional e institucional en su enfoque debe ante todo propiciar la Democracia participativa y protagónica como expresión y concreción de la propiedad social de las instituciones como bien público donde todos los hombres y mujeres del pueblo son responsables y quienes las deben encaminar para que cumplan su función social. En esta tarea, por delegación institucional emanada por los entes rectores de las Políticas de Estado, y por ende de la Presidencia de la República, la responsabilidad debe recaer en responsables directos de la gestión y gerencia institucional. Ellos y ellas, comprendiendo lo trascendental de la misión revolucionaria encomendada, deben permitir la expresión de esta democracia participativa y protagónica donde las bases y los colectivos político-sociales tienen también una palabra en cuanto a la toma de decisiones y a la asunción de responsabilidades en ellas en pos de la transición o conversión al Socialismo en la institución y en las diferentes políticas o acciones que ella emprenda. Quienes sobre sus hombros está puesta esta responsabilidad deben hacer vida la sociocracia, hacerse sociócratas lejos de la burocracia o autocracia reinante que va arterioesclerotizando las instituciones u organizaciones haciéndolas cada vez más rígidas, inhumanas e injustas. Haciéndoles perder la flexibilidad y la capacidad de responder a sus principios humanos-sociales y políticos.
Tener los objetivos estratégicos claros con las diferentes tácticas definidas para la activación socio-institucional, es una máxima que debe tener toda institución. Aquí no son objetivos en función del capital sino en función de generar “la mayor suma de felicidad posible” a la población o poblaciones de beneficiarios/as de sus servicios como también a quienes día a día van entregando y gastando su vida en su seno. Es hacer objetivo estratégico y táctico el acontecimiento real del Proyecto Nacional Simón Bolívar o Primer Proyecto Socialista (PPS), liderado por nuestro Comandante-Presidente con todos los temores e incertidumbres como también con todas las posibilidades y potencialidades que trae consigo y busca crear nuestro Proceso Revolucionario Bolivariano.
Otro elemento que debe encarnar el nuevo enfoque de transición al Socialismo Organizacional e Institucional, es que éste debe estar basado en los Valores Socialistas. Valores que deben ser pregonados y vividos como actitudes proactivas y de activación personal-social en función del bien común socialista, por ende de la sociedad y humanidad misma, y no como meros principios universales exhortativos, buenos en sí mismos que “llenan pero no engordan”, para ser más coloquial! El Tercer Motor “Moral y Luces”, puede brindar muchos elementos para quienes deseen fundar a nivel organizacional o institucional el nuevo accionar revolucionario en estos valores. Se deben propiciar escenarios de construcción y toma de decisiones colectivas, donde la participación protagónica de las bases, ayude a redireccionar el horizonte institucional poniendo al servicio de la Revolución Bolivariana el modelo de planeación capitalista-neoliberal como lo es la Planificación Estratégica, paradigma del cual aún nos cuesta desprendernos, tomar distancia y que aún late en nuestras instituciones. Como no todo es malo per se, debemos darle la vuelta a la tortilla: propiciar ante todo la PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA PARTICIPATIVA, que a través de muchos procesos de planificación inéditos, esperan ser reconocidos “oficialmente”. Y también tenemos la certeza que esa oficialidad la da el pueblo ante todo! Sólo debemos aprender a sistematizarlos y socializarlos.
La formación en Valores Socialistas individuales y colectivos debe ser también una apuesta institucional. La formación de Cuadros Políticos exige de las instituciones y organizaciones, desde el nuevo enfoque que le queremos dar, que ésta no puede seguir siendo la “Cenicienta” en ella. La formación sociopolítica en las instituciones del Estado, las Escuelas de Cuadros, son una necesidad en la cual no se puede “correr la arruga” o “pasar el bulto a otro(s)”. De nada valdrá que tengamos Misiones, Visiones y Valores definidos (usando el modelo de la Planificación Estratégica) si no somos capaces de preparar procesual, sistemática y gradualmente las mentes, los corazones y las voluntades de nuestros potenciales Cuadros Políticos para que lo hagan vida en sus vidas, sus familias, en la institución y en la sociedad. ¡Camaradas, las oportunidades se aprovechan o no! Amén!

[1] Sistema de gobierno en el cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley (RAE 2008).
[2] Minoría selecta o rectora (RAE 2008).

No hay comentarios: